Y es que...


Hay días en los que no tengo ganas de nada, en los que no me soporto, en los que me siento vulnerable, reducido y un poco roto.

Entonces me oculto del mundo y me regalo todos los segundos, le echo una mano y mi poca voluntad, hablo cara a cara con mi sinceridad, levanto mis ánimos del piso y nuevamente me siento listo.

Listo para continuar, para darme otra oportunidad, para reconciliarme con lo días, para engancharme con la vida.

Y es que uno también se cansa de cargar tristezas y de andar contando ovejas por las noches.

Uno se cansa de llorar y de ser un tonto más, de creer que los demás te vendrán a rescatar.

Te cansas de esperar y de vivir de recuerdos, entonces decides ayudarle al tiempo dejando de ser un cobarde.

Y solo así te das cuenta que esa felicidad que tanto buscaste nunca se fue de tu lado, nunca estuvo en otra parte.

Y después de tanto me he dado cuenta que no todo esta tan mal, que tengo cien excusas para desistir pero mil razones para continuar, que no debo rendirme aunque tenga ganas, que lamentarme por mis errores no soluciona nada, ya el amor me encontrara. Ya llegara ese día, por ahora me veré a solas con la vida, voy tranquilo, voy sin prisa.


Y si te vas a enamorar, enamórate de mi alma. Te aseguro que te amará más que mis ojos, más que mi piel, más que mis ganas.

@kevyntovar
@kevyntovar

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